Muy pronto se celebrará en Madrid un importante evento -que se dice ahora- Madrid Fusión 2013, sólo hay que echar un vistazo al programa, ponentes y actos para que su presencia en los medios de comunicación ocupe un lugar relevante -otra palabreja-.
Pues bien, no un grupo de aficionados o «wine lovers», sino un empresa joven del sector del vino, con ideas y ganas vio claro que, a rebufo de la pasión y el interés que despertaba la cocina -la española en particular-, se abría una oportunidad única para el vino a pesar de lo difícil de los tiempos. Así surgió hace tres años Enofusión una feria pequeña, distinta, orientada al cliente final, al que de verdad está interesado en probar y conocer más en profundidad el mundo del vino, y al profesional que tiene la oportunidad de catar tranquilo sin la presión de un comercial los mejores vinos del mercado o escuchando a enólogos y comunicadores de las bodegas. En definitiva es bonita.
También se podría llamar este post «Está muy bien vender fuera pero sin olvidar a los de casa», ahora que la exportación está intentando compensar la bajada del consumo interno no hay que olvidar este último y una cita de esta importancia es una oportunidad ideal para acercarse a él. Hay otras ferias en España muy importantes y de carácter internacional dónde lo más importante es el negocio B2B, pero en una Comunidad con el dinamismo de la de Madrid la asistencia a Enofusión, del 21 al 23 de Enero, se hace imprescindible.
Suerte a los organizadores.