Perdiendo el tiempo por internet encontré este blog de doña Joy Neighbors con una declaración de intenciones maravillosa, propone beber para disfrutar y compartir, entiende que se debe hacer de beber vino algo sencillo y comprensible. Me apunto.
Debajo hay un post sobre “Celebrity Wines”. Ese vino de famosos movió 42 millones de dólares, casi el 1% del mercado americano, en 2007 y creciendo. Explica que unos ponen el nombre, otros colaboran con enólogos y bodegas para producir “su” vino, y otro se metieron a bodegueros. En la lista final menciona a nuestro Antonio Banderas, ardoroso legionario de honor . Y Joy acaba definiendo esta relación, famosos y vino, como ganadora.
Igualito que aquí, queremos que los famosos hagan patria, que nos promocionen fuera, usamos su imagen para las campañas de publicidad públicas o privadas, o se les hace embajadores del vino de tal zona. Pero cómo se metan a bodegueros ¡hasta ahí podíamos llegar!, preferimos un ministro de Asuntos Exteriores amante el vino francés a que alguien de “fuera” triunfe en “nuestro” negocio. Aquí si no vienes de estirpe bodeguera no tienes derecho a entrar. No entiendo por qué se teme a una gente que se trae a este sector la pasta que gana en otro. Y se supone que nosotros, por tradición, debemos ser mucho mejores. A lo mejor es que no nos fiamos de lo de Mendel y los guisantes y sospechamos que tener un bisabuelo bodeguero no implica que nuestro hijo sirva para tal menester.
Ante situaciones concursales, como la de Casalobos ¡¡la bodega de los futbolistas!! la repercusión en prensa y el choteo por parte de la gente del sector ha sido espectacular. Sin embargo, situaciones mucho peores, en “bodegas-de-toda-la-vida”, se tratan con mucha discreción en un rincón de la prensa regional y se baja la voz en los bares cuando se comentan deudas, impagos e hipotecas.
No se tiene en cuenta que la gente que monta un negocio de elaboración de vinos ha entrado asesorada o asociada a expertos del sector, todos han ido al canal de la alta hostelería –muy castigado por la crisis- y muchos han comenzado su andadura comercial justo en el inicio de la recesión. Seguro que también han cometido errores (el principal poner el carro delante de los bueyes), pero merecen más indulgencia que los bodegueros de toda la vida que sólo han sabido ¿gestionar? a rebufo de coyunturas favorables, tratos de favor con los organismos oficiales, derechos adquiridos y posiciones de predominio.
Lo dicho, igualico que los americanos, así nos va y así les va. Mientras el tándem Bush-Obama se ponía de acuerdo para poner orden en las finanzas y encarar la crisis aquí estábamos en la Champion. Y algún incauto se lo creyó.