Muchas preguntas, y alguna respuesta, sobre el consumo de vino

¿Dónde está el consumidor?La respuesta es fácil en estos tiempos: en casa ¡dónde si no! Siguiente pregunta ¿qué hace en casa? Respuesta: pues lo que le dejan, entre otras cosas tomarse algún vino. Seguimos con el juego ¿qué vino toma? el que encuentra más a mano entre los que le gustan. Podríamos seguir jugando y preguntarnos en qué momento lo hace, problemas que complican el consumo casero, cómo facilitárselo, ver la composición de los hogares…Porque todos estos factores están influyendo en la cantidad, la calidad, el precio y el tipo de vino que se vende ahora mismo.

Después habrá que preguntarse ¿cómo me meto en su casa? ¿cómo se entera de que yo estoy aquí?  Esto es más difícil de responder, imagino que tanto los departamentos de marketing de las grandes compañías como los pequeños productores locales, estarán dándole vueltas al tema. En el gráfico de la American Associaton of Wine Economists (AAWE) se puede ver el desplome del consumo de vino durante el último siglo en países productores.

Sin tecnología, ni marketing, ni logística, en 1924 se consumía cuatro o cinco veces más vino que en 2018. Conclusión, el vino estaba mucho más a mano, en definitiva más cerca del consumidor final, era asequible y sencillo. Sin sofisticaciones ni complicaciones. Era un producto popular. Mucho han cambiado la sociedad y la industria del vino pero una mirada hacia atrás no estaría de más, siempre pensando hacia adelante.

Otra pregunta ¿queremos que el vino sea una bebida popular? Si la respuesta es NO vamos por buen camino, si la respuesta es SÍ estamos equivocándonos. Si muchas veces se ha criticado, y con razón, que el consumo de vino se estaba sofisticando en exceso y que “espantaba” al consumidor cada vez lo estamos enredando más. Ya se escribió aquí sobre los Clean Wines , recientemente la OIV organizó un seminario sobre “Los Vinos Naturales: más allá de la filosofía”; si seguimos por esta vía nos va a faltar espacio en las etiquetas para “sellos”: zona de producción, cosecha, variedades, grado de envejecimiento, ecológico, biodinámico, winery for climate protection, huella de carbono…Total que mejor coger un pack de cervezas y dejarse de historias que bastante tiene cada uno con lo suyo.

Y luego viene la comunicación, vinos que reflejan un paisaje, tradición y modernidad, mínima intervención tecnológica, o lo contrario, maravillosas y modernas instalaciones, barricas, tinajas…Grandes empresas que venden cientos de miles de cajas y se publicitan con un tío empujando una barrica, los influencers… Y después las contradicciones: vinos ecológicos en botellas de vidrio pesadas –porque la imagen es la imagen y la ecología que se quede en la viña-, vinos naturales imbebibles (gran artículo de José Peñín) pero que reflejan las suaves colinas de mi pueblo. Lo dicho, mejor una cerveza.

Mientras el consumidor sigue en casa, tele trabajando si tiene suerte o en el ERTE, sin apenas poder salir a tomar algo fuera, haciendo la compra en el ·”súper” o alguna vinoteca próxima, y deseando poder relajarse tomando un vino majo o celebrar su cumpleaños con su “unidad de convivencia” en el salón de casa bebiendo algo más “especial”. Y el sector sigue con sus galgos y podencos perdiendo oportunidades de negocio, anatemizando a determinadas empresas porque vende mucho “vino sin alma” o renegando de envases cómodos, prácticos (revista Forbes, unos Don Nadie) y sostenibles.

Pero nosotros ponemos pasión, mucha pasión. Aunque como escribe Robert Joseph “Cuando necesito que alguien desbloquee mis desagües, elijo al fontanero competente sobre el aprendiz apasionado”.

Acerca de Javier Escobar de la Torre

De origen toledano, Madridejos 1960, me nacieron al lado de la modesta bodega de mi abuelo Isidoro, tras una noche de "monda" de rosa del azafrán. Estudié Químicas en la Complutense especializándome en Química Industrial. Tenía claro que la ciencia sin un fin práctico no me interesaba. Entré cómo "colaborador voluntario" en "El Encín". Era la época de transferencia del INIA a la Comunidad de Madrid y estaban montando, dirigido por Mariano Cabellos, un laboratorio de vinos. Me becaron el Curso Internacional de Viticultura y Enología que dirigía D. Luis Hidalgo y para saber más está LinkedIn http://es.linkedin.com/in/javierescobardelatorre. Desde siempre he estado ligado personal y profesionalmente al sector vitivinícola y ahora, en tiempos duros, estoy intentando ayudar a empresas del sector a ponerse al día.
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